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lunes, 29 de julio de 2013

La Pedriza: Tranco - Canto Cochino - Yelmo - Tranco (29/07/2013)

Tiradita maja de domingo por la mañana, abriendo la Pedri (prácticamente solos todos el camino).

Quedada con parte de los runneros al tran tran (los Cuñaos), en el Tranco, con intención de hacer una parte de una ruta de Guadarrama Trail (La Pedriza: 3 bucles), al final la hicimos al revés (lo de los gps y nosotros es un amor irreconciliable...), pero visto con perspectiva, así hecha es más corrible que en la versión original.

Salimos del Tranco, con bastante fresquete (mejor para el horno que es la Pedriza) pero con sol, y tiramos a Canto Cochino.

Cruzamos el río, tiramos por la senda en dirección al Yelmo, y a los 200 m. nos damos cuenta de que ya no estamos siguiendo la ruta, pero bueno, como los Cuñaos son buenos conocedores de la zona, da igual, tiramos al Yelmo por la ruta más o menos habitual.

Tramito a muy buen ritmo, llegamos al Refugio Giner, y empieza el camino diver, complicadete.

Pasamos el Tolmo, y empezamos las trepadas.

Los cuñaos, en dirección al Yelmo

Cómo mola la Pedri, coño.

En un momentito, nos plantamos en la pradera del Yelmo, susto de esguince, y tiramos hacia el Tranco de nuevo, con tranquilidad, que la bajadita puede ser traicionera en algunas partes.

El Yelmo, sin nadie!!!! jajajaja


Praderita del Yelmo

Por el camino, ya nos encontramos con gente que sube, y lo más curioso, tres chavalines sentados en una curva, desayunando??? jajajaja.

Llegamos al Tranco en 40 mins. aprox. desde el Yelmo. Charleta, risas, muy buen rollito y despedida (y planes de futuras quedadas)

Recorrido:


Al final, según el gps del móvil:

- Distancia: 11,16 k.
- Desnivel acumulado: 1.700 m
- Duración: 2 h 06 m
- Dificultad: Media. La primera parte es bastante corrible, aunque se nota la inclinación, y la bajada desde el Yelmo hay que hacerla con cuidado, pero se puede hacer a buen ritmo.

En definitiva, una ruta con duración y dificultad muy ajustadas, que permiten trabajar tanto la subidas (corriendo y andando/trepando), como las bajadas técnicas.

La salida desde el Tranco permite calentar sin enterarse prácticamente.

Churripuntos: de ellos depende tu futuro como corredor.

Amigo corredor de fondo: si deseas correr muchos años, tu mayor preocupación no han de ser las lesiones, ni la equipación, ni tan siquiera las inclemencias meteorológicas; lo que realmente te ha de preocupar son los churripuntos...

Qué son los churripuntos, ese elemento tan preciado que atesoramos cual Gollum los corredores con pareja, o con familia (más preciados aún)?

No se pueden tocar, pero están muy presentes en nuestras vidas.

No se compran, pero son dificiles de conseguir (o muy difíciles).

Y se consiguen con mucho sufrimiento, y si hacemos mal uso de ellos, se pierden a la velocidad del viento...

Cómo conseguir poder salir a correr varias veces por semana, con largas de 2 ó más horas incluidas, ir a carreras (varias) durante el año (algunas de día completo, u otras de 1 hora ó 2, pero que con el desplazamiento, nos funden la mañana del domingo), sin que nos mire con mala cara y a más a más, consiguiendo escaquearnos de los enanos y de las bonitas tareas del hogar???

En los tiempos actuales, en los que en la mayoría de las parejas, trabajan los dos, por narices, las tareas se han de repartir, así como el cuidado de los niños, si se tienen. Todos tenemos obligaciones y todos tenemos derecho a descansar. También está la situación en la que uno de los miembros de la pareja no trabaja fuera, lo hace en casa (trabajo ímprobo donde los haya), y tiene derecho a tener su tiempo.

Así las cosas, no es plan de que uno de los dos abuse, se "pierda" horas y horas, y al otro le toque casa, niños, compra, etc. Ya no digamos cuando las escapadas son varias.

Por lo tanto, si ya estamos viciaos y salimos, y mucho, y mucho tiempo, cómo hacerlo sin despertar las iras del otro? Pues a base de churripuntos, que no es ni mas ni menos que con el apoyo, el cariño, el respeto y la ayuda de la pareja.

Los churripuntos se ganan a base de buenas acciones y con mucho esfuerzo, haciendo a tu pareja partícipe de tu esfuerzo y de tu pasión, siendo comedidos y no abusando, no excediéndose (no hay por qué salir todos los días - no es sano en absoluto - y si podemos volver un poquito antes - y no pasarse media hora, por no decir una, de lo que habíamos previsto - pues mejor que mejor). En definitiva, con sentido común y con cabeza.

Porque la mente de las mujeres es compleja y en ocasiones, inextricable, y aunque nosotros creamos que nos estamos "portando" bien, y haciendo las cosas debidamente, puede ser que no se comparta esa visión.

Además, esto es un arma secreta, cuyo conocimiento no ha de ser divulgado a la ligera, y muchom menos a tu pareja. Todo ha de ser natural y parecer espontáneo, que no se de cuenta de que lo estamos haciendo para conseguir algo a cambio, porque entonces, estamos perdidos... jajajajaj.

Os dejo una perla de sabiduría brutal de mi amigo Mac:

"Pues mejor no le comentes “el cubo de los churripuntos”, verás, la cosa funciona así, tu vas acumulando churripuntos, pongamos que de 10 en 10 y en caben 1.000 y van depositando en el cubo de los churripuntos, luego en algún momento la cagarás, seguro, la cagarás seguro aunque no entiendas el porqué, y además será una cagadita pequeña; tu piensas que va a coger el cubo y tirar por el wc unos pocos, unos 20 o así, ¡PUES NO!, le mete una patada al cubo, esté como esté y ¡¡A TOMAR POR CULO TODOS LOS CHURRIPUNTOS!! y vuelta a empezar".

Ya sabéis, a portarse bien...

sábado, 27 de julio de 2013

Motivación: ¿cómo no cansarse de correr?

Qué es lo que nos impulsa a correr kilómetros y kilómetros, un dia tras otro, varias veces a la semana?

Por qué salimos a correr a bajo cero, o con un sol de justicia, o de noche con un frontal, o cuando está cayendo la del pulpo?

Por qué nos levantamos a las 5 ó las 6 de la mañana, o nos hacemos nocturnas, o corremos a la hora de comer o a la hora de la siesta?

Por qué nos gustan tanto las largas de horas, o perdernos por el monte, por esos caminos de Dios (por los que no pasa ni el tato)?

No podremos quedarnos tranquilos en casa, descansando... No, preferimos castigarnos, cuanto más, mejor. Y si llegamos calados, arañados, o de barro hasta las cejas, encima nos descojonamos (y luego, fardamos... Jejeje).

No es que seamos masocas, es que nos gusta y estamos motivados, simple y llanamente.

Qué nos motiva? A mi, no las marcas personales, desde luego (no me atrae bajar de 3 horas, o de 3.30 en maratón, ni de 40 min. en los 10). A mi me motiva correr cada vez más y más tiempo y distancia. Superarme a mí mismo llevando al límite mi cuerpo (siempre con cabeza, por supuesto).

Pero, como dicen en mi pueblo, "cá uno es cá uno", y las razones, más variadas no pueden ser:

- Estar en forma, abandonar el sedentarismo y hacer deporte para sentirse mejor.

- Perder peso, de manera que, a la vez que se está en forma y se lleva un modo de vida más sano, al vernos más atractivos (y que los demás también nos vean así), la recompensa es doble.

- Competir, batiendo marcas personales.

- Ir progresando, no en cuanto a tiempo sino en cuanto a distancia.

- El reconocimiento social que supone hacer algo que muchos ya no es que no puedan, sino que ni se plantean hacer; y es que sube el ego el que la peña reconozca tus logros. Quizás no es un fin en sí mismo, sino un medio, y se trata de un efecto secundario, pero a todos nos gusta que nos alaben, qué demonios.

- También pueden darse razones religiosas (cumplimiento de promesas, etc.) o de índole sentimental (promesas hechas a familiares, etc.), pero quizás la motivación sea más efímera que las anteriores, aunque puede conseguir afianzar en la persona que realiza la promesa el gusto por competir.

Puede haber millones de razones más, pero creo que las expuestas son las más comunes y generales.

Ahora bien, cómo seguir motivados? Cómo conseguir que, después de conseguir un reto, largamente ansiado y por el que se haya sufrido mucho, evitar la sensación de "y ahora qué"?

Por desgracia, este deporte que tanto nos gusta (lo de correr sin que nos persigan...) si no se plantea adecuadamente, puede ser muy repetitivo, y llegar a aburrir hasta al más pintado. Correr solo, durante horas, por parajes inhóspitos, que no frecuentan ni las cabras, un día tras otro, durante meses, lloviendo, o de noche, o cargado con una mochila de diez kilos, o en verano con la caló... Pues cansa, por decirlo finamente. O todas las semanas, esas sesiones cojonudas de series, o de intervalos, o de cuestas. Que además todos sabemos que hay que hacerlas, qué narices. Como no lo tengamos claro, machaca.

Y si te lesionas, o peor, te toca abandonar en la carrera... Cómo no mandarlo todo a tomar por saco?

Pues tienes que ser un pelín masoca, tienes que amar esto de las zancadas, tienes que tomártelo con naturalidad y tranquilidad, y tienes que convertir el correr en parte de tu vida, en una droga, a la que entregarle parte de tu tiempo, normalmente, tu descanso. Paradójicamente, ello hará que estés mucho mejor. Te cansas para descansar. Correr se convierte en tu válvula de escape, tu momento, cuando estás tú sólo, y las largas, o las carreras, son unas vacaciones de todo, son tu momento sólo para ti.

Seguir un plan, aunque necesario para determinados retos en mi opinión, es un coñazo de flipar, no nos engañemos; no ya 12 semanas, 8 son suficientes para jartarse. Pero pasan, llega la carrera. Se hace la carrera y después, qué?. Pues a seguir entrenando, que esto es muy sano!!! Si no nos planteamos un reto de inmediato, hay que desconectar, pero no parar de golpe, hay que reducir progresivamente la intensidad y seguir, hasta que toque preparar la siguiente.

Pero en el intermedio, qué hacer para que el ánimo no decaiga?. Las opciones son muchas;

- Correr por el placer de correr, olvidarse de tiempos, gps, distancias, etc. Correr porque sí, que es un gustazo.

- Correr con amiguetes, charlando y riéndose, disfrutando: asumiendo que el plan es algo solitario, ya que no a todos vale el mismo, y hay que buscar el que mejor se adapte a las posibilidades de cada uno, una vez hecho, podemos dejar de ser unos corredores "asociales" y disfrutar de la compañía de otros (yo lo recomiendo encarecidamente, incluso en sesiones durante la preparación; en buena compañía, algunas tiradas se hacen infinitamente más llevaderas, y si por cualquier razón, hay que alterar el itinerario (Dani, acuérdate del dedo... Jajajaja) no pasa nada, y se saca otro; en cambio, solo, a lo mejor te desmoralizas y al garete con la sesión)

- Correr por sitios diferentes a los habituales: ya no tenemos la presión de tener que hacer en cada sesión una distancia, por lo que podemos pasar del circuito habitual y perdernos por otros sitios. También podemos pasar del asfalto al campete y viceversa, a fin de descubrir nuevas sensaciones.

- Practicar deportes alternativos: en verano, podemos nadar más o montar en bici (a la postre, el entrenamiento cruzado también es muy beneficioso) o en invierno, podemos trabajar más la fuerza en el gym o hacer spinning.

- Probar cosas radicalmente nuevas: en mi caso, después del Mapoma 2012, aproveché el buen tiempo y que ya no tenía ningún otro reto en perspectiva, para pasarme al minimalismo. Empecé a correr con fivefingers, y a día de hoy, es mi opción, y no vuelvo a las "barcas" (esto lo contaré en otra entrada, porque tiene miga...).

En definitiva, las opciones son muchas, y no tenemos por qué cansarnos. Simplemente, hay que escuchar a nuestro cuerpo, a las señales que nos transmite y a las sensaciones, y obrar en consecuencia, adaptándonos.

Lo más importante es disfrutar, no convertirlo en una obligación, sino hacer de la carrera una liberación, una vía de escape de la rutina, para desear que llegue el momento de ponerse las zapas (o quitarselas, si lo tuyo es el barefoot), cruzar la puerta y echar a correr.

Porque "no es más feliz el que llega antes, sino el que más disfruta del camino"

¿Planning para las carreras o "mess training"?

A la hora de preparar una carrera, qué debemos hacer? Seguir un plan de carreras o, como dice mi amigo Dani, guiarnos por el "mess training"? Corremos según se pueda, en función de nuestras circunstancias (al final, es verdad que todo suma), o seguimos un plan, adecuado a nuestras posibilidades?

According to my experience, como dicen los modernos, creo que, siempre que se pueda, es mejor seguir un plan, sin duda.

Digo que según se pueda, porque es verdad que muchas veces, por circunstancias familiares o laborales, es muy difícil sacar el tiempo que se necesita para seguir adecuadamente un plan de carreras, pero también es verdad que si nos vamos a enfrentar a un reto mínimamente "serio" (mínimo maratón) no hay más huevos que prepararlo bien, para terminar sin sufrir como un maldito y, lo más importante, sin lesionarse (y por supuesto, con ganas de más...).

Yo no lo hice hasta mi 2do maratón, y la diferencia con el primero fue abismal; reduje en más de una hora el tiempo (de 5.04 a 4.01), y disfruté, mientras que en el primero sufrí (era lo previsible, era mi primer maratón, pero es que yo lo pasé muy muy malamente - recuerdo pararme para saludar a mi mujer casi en la meta, me dijo que no me parase y la dije que llevaba andando 2 horas... Jajaja).

Yo nunca he sido un gran deportista; era un niño gordo, pero gordo que te cagas (con 12 años, pesaba 73 kilos), y el deporte definitivamente no era lo mío. Con 12 años, fui a un endocrino, y adelgacé 18 kilos en 6 meses. A partir de ahí, algo hacía, pero nunca en serio. En el instituto, mo empecé a correr en serio hasta 3o de BUP, cuando me tocó un profesor de gimnasia, Agustín, al que le gustaba mucho el atletismo. En COU, seguía corriendo para mantenerme, ya que no tenía gimnasia. En verano, jugaba al basket (pachangas en mi urbanización en Villalba) y montaba en bici (como medio de transporte para ir de un sitio a otro), iba al gym (al KC en Villalba, qué recuerdos!!!) a hacer el moñas con las pesas y poco más. En la universidad seguía corriendo, pero salía 20 ó 30 mins, como mucho. Ya trabajando, empecé a ir al gym en serio (Zest en Villalba), pero sin centrarme en nada en concreto; hacía spinning, cinta, eliptica, algo de pesillas, fit-box, etc, lo justo para mantenerme en forma (aunque sin conseguirlo demasiado - llegué a pesar 87 kilos, estaba hecho un castor, jajaja). Me lo pasaba muy bien (las cenas después de las clases de fit-box eran lo mejor, jejeje), pero no me centraba ni mejoraba en nada.

Cuando Marta se queda embarazada de nuestro hijo mayor y deja el gimnasio, yo espero a que me acabe la anualidad y me paso al Holiday Gym. Iba al de Azca, ya que trabajaba al lado, y empiezo a correr con mi compi Laura y un grupete del gimnasio; íbamos hasta la Dehesa de la Villa y volvíamos.

Estaban muy bien aquellos paseos. Y me empieza a picar el gusanillo de correr.

Corro mi primera popular en agosto de 2008, la Nike Human Race. Recorrido precioso: Retiro, Libreros, Castellana, Cortes, Carrera de San Jerónimo, Puerta del Sol, Plaza Mayor!, Calle Mayor, Paseo de la Florida, Casa de Campo y final en el Madrid Arena. 10 Kms súper guapos. Iba con muchos nervios, acojonao, y la hice en 56 y pico, pero como no la había preparado nada, aunque fui reservón, en el arreón de la cuesta de Lago casi me da un infarto. Llegué asfixiao... Seguí corriendo, a la buena de Dios, y en el 2010, hice mi primera Tragamillas (una media), ya un clásico de la sierra. Igual, sin preparación alguna, más que correr con cierta frecuencia. La hago en 2.03, tiempo respetable teniendo en cuenta el rompepiernas que es la carrera, pero acabo mal, no de morirme, pero sí que al final iba hecho polvo.

Empiezo a correr más en serio, y en noviembre decido presentarme al Mapoma. Fue un calentón, más que otra cosa, pero ya me empezaba a sonar lo del plan. Investigo, y doy con un uno que en su momento me pareció aceptable, pero que acabó siendo pernicioso; consistía básicamente en correr, ni más ni menos. A ver, que para preparar un maratón (o algo peor...) claro que hay que correr, pero con cabeza, de manera inteligente, nada de correr por correr. Así, no se progresa, y lo único que se consigue es acabar quemado, o lesionado. El plan variaba las distancias en función de las semanas, pero nada de series, cuestas, etc. Para más inri, en mi ignorancia (si para un maratón, con correr mucho, basta...), lo que hice yo fue aumentar la carga. Empecé a hacer largas en noviembre, 5 meses antes. Eso sí, progresivas (algo de cabeza, tenía... Jajajaja). 1,5 h, 2 h, 2.20, y así hasta 3 h, dos veces, siempre por asfalto... Así me pasó, que llegué absolutamente fundido. Y acabé, sí, acabé, en 5.04.

Aunque esto es como las borracheras (a Dios pongo por testigo que nunca más volveré a beber :)), después de un tiempo de análisis y reflexión (es alucinante cómo se te queda grabado cada minuto de la carrera), me apunté de nuevo, y esta vez, sí que me preparé mejor. Seguí un plan de Runner's World, para bajar de 3.45. Eran 12 semanas, pero controlando ritmos, con cuestas, series, tiradas largas de máximo 2 horas (progresivas), etc. En defintiva, corrí de manera inteligente. Y el resultado fue radicalmente distinto al del año anterior; terminé en 4.01, y disfruté de la carrera.

Sufrí, claro está (42 k en Madrid se sufren), pero me divertí muchísimo, y la recuperación fue mucho más rápida y mejor.

Después del Mapoma, me pasé al minimalismo (esa historia -de miedo... Jajaja - la contaré en otra entrada); hice en noviembre mi primera carrera de trail (y me enamoré definitivamente del campete), y decidí correr un ultra. En otra entrada contaré cómo la preparé, pero corrí, como parte del entreno el Mapoma de este año, que sufrí un poco más que el del año pasado, pero no por falta de preparación, sino por falta de "adaptación al medio"...

En esa preparación no faltó un plan (realmente, hubo dos), y el resultado no pudo ser mejor; después de 60 km (algunos, de alta montaña), 5.000 m de desnivel acumulado y 10 horas y 35 minutos de carrera, no es que me lo pasase bien, es que no me lo pude pasar mejor!!! Y acabé en mejores condiciones que en cualquiera de los tres maratones anteriores (de hecho, luego me fui de barbacoa hasta las 2 de la mañana...).

Por supuesto que si te puedes permitir un entrenador personal, hazlo! (se reduce el riesgo de lesiones y el plan va a ser mucho más personalizado, y los resultados, siempre que se tenga constancia y se trabaje duro, van a ser mucho mejores - Víctor, que sepas que Cris, Edu y yo te tenemos envidia... Jajaja), pero en la era de Internet, se pueden conseguir cientos, si no miles de planes, para todos los gustos. Siempre y cuando se sea consciente de las circunstancias personales de cada uno, se sea humilde y se pretendan conseguir resultados razonables (aumque es necesaria una pizca de ambición), sin lesiones y disfrutando de las carreras y de los retos conseguidos, y quedando ganas de superarse.

El plan permite progresar, ir poco a poco, adaptando el esfuerzo.

El plan contempla periodos de descanso y regula las pautas de entrenamiento, por lo que minimiza el riesgo de lesión.

El plan enseña a sufrir (lo duro no es la carrera, es el viaje en sí). Te prepara para saber cómo gestionar el sufrimiento del día de la carrera, cómo enfrentarlo y salir victorioso.

Ahora bien, el plan, si se quieren garantías de exito, hay que seguirlo, hay que "serle fiel". Ha de cumplirse, y no valen excusas, hay que hacer lo que toca hacer. Sólo así se saldrá victorioso de la prueba (el camino del samurai...).

No obstante, aunque si bien hay que comprometerse, tambien hay que ser flexible. Si un día no se puede salir, no pasa nada, se pueden hacer otras cosas (todo suma); lo importante es el todo, no la parte, un día no va a echar por la borda meses de preparación (ese respiro puede ser incluso beneficioso).

Como dice mi amigo Mac, aunque hayas planificado una tirada de 40 k, si un amigo te llama y te dice que salgas a correr con él 10 k, hazlo (pero luego, sigue el plan... Jajajaja)

jueves, 25 de julio de 2013

Video oficial GTP 2013



Video GTP 2013



Video cojonudo de una carrera "bigger than life"...
Lo mejor de todo, que está aquí al lado, en nuestra preciosa Sierra del Guadarrama. No se necesita viajar cientos o miles de kilómetros; a 50 km de Madrid, puedes hacer una carrera que, muy probablemente, cambie tu vida...

lunes, 22 de julio de 2013

El camino del Samurai

El camino del Samurai es largo y duro.

Hace calor y frio, en ocasiones mucho.

Otras veces, está nevado o en él hay placas de hielo.

Por el camino del Samurai se va de noche y se ve amanecer, o se hace de noche cuando se ha empezado de día.

Sube montes, trepa riscos, va entre árboles o sobre piedras, cruza charcos, vadea ríos y atraviesa barrizales.

El camino del Samurai te endurece, te hace más fuerte, te exige mucho, pero la recompensa es grande, porque si le eres fiel, no lo abandonas y lo sigues, conseguirás los que te propongas.

El camino del Samurai es una actitud, es entrega, tesón, perseverancia.

El camino del Samurai significa que si te decides a emprenderlo, hay que ser consecuente, da igual que llueva, truene, o nieve; que sea de noche, de madrugada o mediodía; no hay excusas para abandonar y no salir.

Lo que no te mata, te hace mas fuerte.

Una de 10 se puede hacer con la gorra; una media, con algo de entrenamiento, se acaba sin problemas; pero para un maratón hay que entrenar, y para un ultra hay que sufrir, entrenando durante meses y también sufrir en la carrera, puede que en muchos momentos. Pero si has entrenado, no has abandonado el camino, lo harás sin problemas, y terminarás, no te quepa la menor duda.

Y el sentimiento de superación es inigualable.

domingo, 21 de julio de 2013

Asturias, paraíso terrenal

Se pueden tener unas vacaciones perfectas, o casi perfectas? Yo creo que sí, siempre y cuando se vaya al sitio adecuado, con la persona adecuada, y de acuerdo con la circunstancia vital...

En mi otra vida (antes de mis enanos), mi mujer y yo viajábamos mucho (aunque algunos sitios se nos quedaron en el tintero - fiordos, China o Países Bajos); Londres, Italia, París, Edimburgo, el Caribe, etc. Con el mayor, también viajamos (Budapest, Canarias), pero ahora, con el segundo, ya es más complicado, y con la que hay que montar, da perecilla, pero esta semana, puedo decir que he tenido indagaciones  perfectas; no ha sido el entorno más paradisíaco ni el hotel más lujoso, pero ha sido probablemente el sitio donde  más hemos disfrutado todos. Entorno maravilloso (Silvamayor, en la parte occidental de Asturias, entre Luarca y Cudillero), clima perfecto, playas preciosas y lo más importante, no hemos podido estar más a gusto. Mi hijo mayor se lo ha pasado en grande, con sus amiguitos que ha conocido, hemos estado con amigos y hemos disfrutado de ellos (Dani y Virgi y sus enanos), y también con familia, con la que se está también a gusto (la Tata Jose). Nos ha hecho un tiempo perfecto, hemos descansado y desconectado, qué más se puede pedir???

Mi primera ultra. GTP 2013: TP 60 K

Sábado 29 de junio de 2013. 4.50 de la madrugada.

Me despierto sin necesidad de alarma (la había puesto a las 5.30), y eso que tampoco había dormido tantas horas (me había acostado a las 23.30 más o menos), aunque sí que había dormido bien.

La tarde anterior estaba asombrado porque no tenía nada de nervios; en comparación con mis amiguetes, que corrían la de 110, que estaban muy nerviosos, yo estaba muy tranquilote.

Pero la cosa cambia en el baño, mientras me estoy preparando; me entran unas náuseas malas malas, y me empiezo a acojonar... jejejejej, después de tantos meses entrenando, tantas horas corriendo, llegaba el gran momento!!!

Desayuno pastel energético de Isostar y malto del Deca, me doy vaselina en sitios varios, me visto, termino de preparar la mochila y me voy (sorprendentemente, sin despertar a nadie...). Como vivo en Collado Mediano, a esas horas de Dios no hay nadie por la carretera y no tardo nada en llegar a Navacerrada y aparco el coche justo en el mismo sitio donde lo había aparcado la tarde anterior. Chorrada, pero es lo que pensé con los nervios ;). Estoy un rato en el coche, pero los nervios me pueden y decido irme ya a la Plaza de Toros, donde nos recogía el bus para llevarnos a Rascafría.

Amanecer en Navacerrada
No hacía mucho frío, pero yo tenía escalofríos... Por fin llegan los buses, nos montamos y salimos para allá. Un escoba se me sienta al lado, y vamos de charleta, con lo que el camino se me hace bastante rápido.

Desembarcamos en Rascafría, y sigo helado y pelín acojonado. Charlo un rato con el Chorry, a quien me encuentro con su grupo de los Locas (y las Locas), y me voy para la salida, a pasar el control, llamar a mi mujer e intentar calmar los nervios.

En la salida, conversaciones nerviosas, risas tontas, chorradas y todos admirando y separados de "Luisete", menudo makinón.

Últimos momentos antes de la salida
Dan la salida, y empezamos a correr. Ritmo muy tranquilo por las calles de Rascafría, primeros gritos de ánimo, y pronto abandonamos el asfalto y después de un trozo por sendero, nos metemos en el Robledal que nos llevará hastala pista del Reventón.

Este tramo va por un senderito estrecho, con ligera inclinación, lo que permite calentar pero sin "calentarse"; a ratillos corriendo, pero sobre todo andando, porque no se podía adelantar, y el terreno era pelín traicionero, con ramas y piedras.

En un ratito no muy largo, salimos a la pista. César ya me había avisado de que se hacía larga, aunque he de reconocer que se me hizo llevadera. Al poco de empezar, saqué los bastones, y me concentré en los consejos de Gema Quiroga

Paso corto y rápido, y bastones muy próximos a los pies, nada de llevarlos adelantados; consejo buenísimo y que recomiendo encarecidamente poner en práctica (recuerdo ver correr así a Mayayo en el entrenamiento guiado de La Granja, y sorprenderme; cuando lo hice yo, me di cuenta de lo cojonudo que es y cómo ayuda).

La pista es muy cómoda para correr si se quiere, no tiene una inclinación excesiva, y se puede trotar a buen ritmo, o pegarle zapatilla. Otra cosa es que se tenga cabeza, y se guarden fuerzas, que en estas carreras, si eres como yo, del pelotón y vas a disfrutar, es lo que toca. Acabábamos de empezar y quedaban muchas horas todavía. 

La pista del Reventón, con Peñalara al fondo

Vista del valle desde la pista del Reventón; ritmo tranquilo para subir.
Trotando en los llanos y andando a buen ritmo en las cuestas, llegamos al primer avituallamiento; me sorprendió porque me pareció muy pronto. Bebí un poco de agua y comí sólo cacahuetes (para evitar pájaras y deshidratación, lo que hice fue beber cada media hora dos sorbos de bebida isotonica - high5 - y de sales - zero, de la misma marca, muy recomendables), y comer cada hora (geles, barritas). No tenía hambre ni sed, así que comí los cacahuetes y tiré. A partir de aquí, termina la pista "cómoda" y empieza el sendero. En un ratito se llega al puerto del Reventón, control de paso, y se empieza a subir (y bajar- es un tobogán)  por una senda mucho más divertida, ya conocida del entreno guiado (aunque ese día había mucha nieve, y no tantos toboganes, por lo que en la carrera se me hizo más largo).

Por fin llegamos a la base de claveles, y empezamos a "escalar"; el tramo más técnico de toda la carrera, más peligroso y probablemente, más bonito.

Qué feliz estaba yo...

Subidita al tran tran, que ya estamos...

Y a escalar...
Llegamos a la cumbre de Peñalara, y subidón con toda la gente que hay arriba: montañeros, gente de la organización,y familiares y amigos de los corredores.

Parada para hacer fotillos (paisaje espectacular donde los haya) y rápido para abajo, primero por la majada hambrienta, muy cómodo, reservando y a continuación por el sendero, complicado, largo y peligroso. Muy empinado, con mucha piedra suelta, y tomándomelo con mucha tranquilidad. Pensando después en la carrera, me dí cuenta de lo equivocado que estaba; creía que una vez coronada Peñalara, y controlando en la bajada desde el Chozo, iba a ser un paseo, desde la Granja estaba todo hecho. Muy al contrario.

Las Hermanas desde Peñalara

Y Majada para abajo, a sufrir...
Después de un rato bastante largo y pesado, se llega al Chozo. Paradita para coger agua del río (qué rica!) y a empezar a correr otra vez. Reservando cuádriceps, ya que la bajada es larga y en ocasiones complicada, llego a la Granja. Desde el Chozo, la carrera estaba ya muy rota, la bajada la hice prácticamente sólo, salvo al final.

Avituallamiento en la Granja.
Papeo en la Granja, con pasta que sabía a gloria, repongo agua y llamo a mi mujer, para confirmarle que todo va bien. Ánimos renovados y empezamos el tramo andando, para que la comida no siente mal. Saliendo de la Granja, empieza un sendero, que yo creía que iba a ser pan comido, y la gente empieza a ir muy tocada. Mucho calor, humedad y sendero complicado para correr; la primera parte, la de las pesquerías reales, sube y baja, y piedras y escalones, y una vez cruzada la carretera, y ya en el sendero del río, humedad y calor brutales y envidia de los domingueros bañándose en el río, jajaja. La gente ya iba tocada o muy tocada, y del pelotón del Reventón no quedaba nada... en el km 35, conocí a Diego, un crack de Alcobendas con el que hice 20 k, desde Valsaín hasta la Barranca, con el que sufrí el arrastradero y con el que me reí un puñao. Un abrazo, makinón.

Qué bonito, y qué calor.
Recuerdo para la posteridad: los 3,5 k que en teoría quedaban, según unos voluntarios, para la Casa de la Pesca... jajaja, menos mal... Debían ser 5, por lo menos. Este tramo tocó sufrir, pero por fin llegamos al avituallamiento, donde la ducha de mi compi Asunción (jejeje, un besazo!) nos revivió. Agüita, algo de papeo, algo de charleta, muchas risas y a seguir.

A continuación, para mí, el tramo absolutamente más duro, por muchas razones; llevaba 40 k de carrera, 7 h y, sobre todo, estaba confiado en que, aunque sabía que una parte iba a ser dura (el arrastradero, con un desnivel de más del 15% en un k escaso), no creía que iba a serlo tanto... lo fue, y peor. Al principio, Diego y yo salimos solos del avituallamiento, tranquilos, algunos ratos trotando, para adelantar camino, pero los más andando. Subimos una pequeña cuesta, que creímos que era "la cuesta" (infelices...)  para luego darnos de morros con la cruda realidad; cuestaca infernal, jodidos que te cagas, arrastrándonos malamente y jurando en arameo, pero lo hicimos.

Pensaba en los de 110, por lo que tenían que pasar todavía, y me daban ganas de echarme a llorar.

Después de una parada surrealista para echarnos protección solar (Diego quería terminar, como fuera, jodido hasta la médula, pero no quemado... jajajaja), vimos a los voluntarios al final de la cuesta, animando y gritando, y fue la vida (mi más sincero agradecimiento para el voluntario con la cabeza afeitada, no sabes cuánto aprecié tu apoyo). Trago en la fuenfri, charla con los corredores que estaban recuperando fuerzas, risas (lo que queda - camino schmidt - está chupao, que lo hacíamos en 8° de EGB!!!), y seguimos para el camino. Tocados de fuerzas (físicamente, yo estaba muy bien, no tenía dolores, pero estaba cansado, y quedaban todavía más de 15 k, y temía la bajada de las cabecillas, aunque luego no fue para tanto), intentamos correr en algunos tramos, pero el camino en este sentido no es fácil; mucho tobogán, piedras gordas en medio del camino y ya muchos k. Fuimos corriendo a ratos con otra parejas, y se hizo muy llevadero. Además, muchos caminantes, todos animando, y lo más grande, me encuentro a mi amigo Aitor, corriendo, jajaja. Charla con todos, y al avistar la valla de las pistas de esqui, la vida!!!. Salimos a la carretera, y empezamos a bajar, corriendo, casi nuevos... en el avituallamiento, agua (ya pasé de sales e isotónico),  y risas con Marta y las locas. Me dice que el Chorry ya ha pasado hace un rato y pienso "menudo crack…".

Enfilamos para el Emburriadero, ya oliendo la meta y con muchas ganas de ver a mi familia, y la subida se hace muy llevadera, a pesar de que yo creía que iba a ser peor. Empezamos a bajar, con cuidado, por las cabrillas, y al ratito, empezamos a correr, hasta que por fin, cogimos la pista (esta bajada se me hizo larga, la recordaba más corta de la tirada con Edu, Víctor y Cris...). Ya corriendo, riéndonos con todos los que nos animaban, cogimos la pista de la Barranca, con un calor de flipar, y Diego tuvo que parar y seguir andando, iba ya hecho polvo. No le importó que yo siguiera corriendo, y yo tiré, tenía que llegar.

Pasando a corredores andando, en la entrada a Navacerrada me encuentro, para mi sorpresa, a Chorry y a Dionisio, Chorry iba muy jodido con el dolor en la costilla, pero seguía, con un par!!!.

Entrada en Navacerrada con un calor de mil demonios, pero de subidón entre pitidos de coches, aplausos de la gente y gritos de ánimo. Mi familia en la meta, y entro corriendo, con mi hijo mayor en brazos (un beso enorme que no te di, Marta, pero esta carrera se la debía a él...)

Ya estaba hecho, después de 10 horas y 35 mins, mi primera ultra, el niño gordo de 12 años y 73 kilos quedaba por fin atrás...

Carrera perfecta para dar el salto a las ultras, dificultad ajustada y recorrido inigualable, que se corre con los demás, y sólo contra uno mismo.

Gracias a la organización y voluntarios, y a los que me habéis apoyado y creído en mi.
    

miércoles, 10 de julio de 2013

Declaración de Intenciones

Este blog va dedicado a viciosos del correr en general, a los que les guste echar (muchas) horas por el monte. También a los "gadgetofrikis", y por último, aunque no de manera excluyente, a aquellos que se han dejado seducir por el "reverso oscuro" del minimalismo.

Dedico este blog a mi mujer, que me aguanta (mucho) mis rollos del correr, con la paciencia de una santa (aunque a veces le dan pequeños arrebatos de mala leche por mis neuras - absolutamente justificados). Sin su apoyo y cuidados no podria dedicarme a este hábito malsano de las largas de horas varias. Tambien a mis niños, por la ilusion que se les ve en sus caritas cuando llego a casa de barro hasta las cejas o en la meta de las carreras. Y por últimos a mis amigos, con los que comparto esta afición y con los que las salidas y carreras e hacen infinitamente más llevaderas (Dani, Mac, Sumi y los runneros al tran tran).

Va por y para vosotros.